Luis Bárcenas blanqueó 11 millones de euros gracias a la amnistía fiscal



Mariel Norat. 3 febrero de 2013
El extesorero del Partido Popular aprovechó la ley de amnistía fiscal para blanquear 11 millones de euros de los 22 millones que atesoraba en una cuenta en Suiza.

Foto.extraconfidencial.com

Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular durante veintiocho años se sirvió de la amnistía fiscal aprobada por el Gobierno de Rajoy para regularizar 11 millones de euros a través de una sociedad llamada Tesedul. Un día después del escándalo que provocó el conocimiento de una cuenta a su nombre con 22 millones de euros en un paraíso fiscal, ahora suma la indignación ciudadana al tener que ser testigo de como da curso legal a un dinero bajo sospecha.

El caso Gürtel, que instruye el juez Pablo Ruz, es lo que hizo posible el descubrimiento de esta cuenta en Suiza, al ser Bárcenas uno de los imputados en la trama. Teniendo en cuenta el sueldo de un dirigente de un partido político y, aún sumando el sueldo de senador hace poco probable la acumulación de esta cifra tan importante. Según declaraciones del abogado de L. Bárcenas, Alfonso Trallero, los 11 millones que se han regularizado aprovechando la amnistía fiscal son parte de esa cuenta que el extesorero tenía en Suiza. La noticia hace crecer las dudas de la procedencia de este dinero y alimenta las sospechas en cuanto a la financiación de los partidos políticos y en particular la del Partido Popular. España se encuentra en el punto de mira de los medios internacionales que hablan del nivel de corrupción existente en el país. La indignación ciudadana circula por las redes sociales ante la evidencia de un sistema político deteriorado y con una urgente necesidad de regeneración.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, puso en marcha una flexible amnistía fiscal para hacer aflorar capitales pagando solo un 10% con el fin de recaudar dinero en la tan necesitada economía española, una medida que no consiguió su objetivo. El hallazgo de la cuenta en un paraíso fiscal con una cantidad de dinero tan importante por parte de un político estrechamente vinculado con el partido en el poder apura al gobierno para que explique y clarifique a la mayor brevedad el sistema de financiación de su partido. 
 
La regularización del dinero de los defraudadores pone de manifiesto los errores en los que incurre la amnistía fiscal que beneficia a los grandes evasores de capitales frente al resto de los contribuyentes que cumplen con el fisco. El caso Bárcenas demuestra como un imputado por delito fiscal puede ponerse al día con la hacienda pública mediante sociedades presididas por testaferros y ser beneficiado con un sustancioso descuento, independientemente de que la norma haga referencia expresa a su prohibición. Bárcenas burló la ley con una serie de triquiñuelas societarias, pero ¿de un modo moral?. Esto plantea las rendijas por donde se cuelan ciertas conductas delictivas al amparo de una amnistía fiscal y colocan a la ciudadanía en una situación de desigualdad e indignación.
 
El ejercicio del derecho es uno de los pilares básicos donde descansa nuestra democracia, por ello, me he acercado a un profesional de suma credibilidad para que me dé su opinión al respecto en el caso que nos ocupa.

D. Miguel Formoso Sobrado, Secretario del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Santiago de Compostela.

P. Estos días la ciudadanía está siendo testigo, una vez más, de un presunto caso de corrupción cuyo protagonista ya se encontraba imputado en el caso Gürtel en el año 2009. La reciente amnistía fiscal ha facilitado la puesta en marcha de todo un entramado de sociedades por parte del señor Luis Bárcenas para blanquear 11 millones de euros que tenía en un paraíso fiscal. Con respecto a este asunto me surgen varias preguntas, ¿cómo lo tipifica la ley? ¿Puede un imputado por corrupción -caso Gürtel, 2009- optar a un olvido legal de delitos fiscales? Si se demostrara, como parece ser, que este dinero no proviene de actividades lícitas ¿Cúal sería la sanción? Por otra parte, las amnistías fiscales tienen como objetivo recaudar fondos...pero, desde un Estado de Derecho, ¿no se produce un agravio comparativo con el resto de los españoles que cumplen con su obligación en forma y fecha?

R. Actualmente trabajo en la jurisdicción contencioso-administrativa. El conocimiento que los conflictos que los ciudadanos plantean respecto de la aplicación del derecho tributario es una de las funciones de esta clase de tribunales: conocen de los recursos contra las liquidaciones tributarias, contra los procedimientos de inspección fiscal y contra las sanciones que impone la AEAT pero no conocen de los delitos fiscales, que es una materia propia de la jurisdicción penal. Por eso, te hablaré como ciudadano; sin perjuicio de que pueda salir a relucir la formación jurídica, es sobre todo opinión de hombre de calle. Son las opiniones que al fin al cabo comparto a la hora del café, con la gente de la curia.
Me gustaría referirme en primer lugar a la llamada “amnistía fiscal”. Si ya eran muchas las críticas que había suscitado cuando se puso en marcha, si las expectativas de recaudación anunciadas por el Gobierno no se han cumplido, para colmo ahora resulta que un señor al que apuntan muchos focos ha querido aprovecharse de la medida. Las críticas sobre la “amnistía fiscal” ahora arrecian y pocos defienden la medida.
Para ser justos es necesario recordar que cuando se aprobó esta “declaración tributaria especial” la situación económica y financiera del Estado era muy delicada. Tampoco es muy conocido que antes se habían aprobado iniciativas similares en otros países de nuestro entorno: Alemania, Francia, Reino Unido, Portugal o Italia. Incluso que la medida había sido recomendada por la propia OCDE.
Con todo, lo que yo personalmente pienso es que no solo es una medida injusta sino que supone una claudicación y perjudica seriamente varias políticas públicas. Digo que es injusta porque pienso que atenta contra el derecho a la igualdad ante la ley y contra el deber que todos tenemos de contribuir a sostener los gastos públicos según nuestra capacidad económica. Que supone una claudicación porque es admitir que en España había una gran “bolsa de fraude” y que la poderosa y temida Hacienda es en realidad “impotente y ciega”. Y en cuanto a que menoscaba varias políticas públicas, desde la lucha contra el blanqueo de capitales hasta la educación cívica. Creo que el ejemplo paradigmático era aquella campaña de marketing “Hacienda somos todos”. ¿En qué queda ahora ese lema?
Lo que el caso Bárcenas ha venido a destapar ahora es que la “declaración tributaria especial” ha servido para que algunos blanqueadores de capitales aflorasen parte del dinero oculto. Pero es que esa era precisamente la finalidad de la medida, escandalizarse ahora por ello me parece paradójico.
También es cierto que el Real Decreto-Ley 12/2012 que aprobó esta medida tenía algunas excepciones. Y pienso que el ministro Montoro está en lo cierto cuando afirma que el Sr. Bárcenas puede estar comprendido precisamente en una de esas excepciones. Está por ver si la declaración tributaria especial que al parecer ha presentado a través de una sociedad va a ser aceptada o no por la Agencia Tributaria.
Lo que desde luego no sé, es cuál ha sido la forma que se ha utilizado en su día para llevar esos capitales a Suiza. Ya veremos que concluyen las investigaciones policiales y los procesos de instrucción en marcha sobre el origen de esos capitales.
En cuanto a la tipificación, que concretas en el delito de blanqueo de capitales, esto es, cuando proceden de una actividad delictiva, la pena es de prisión de hasta seis años. También multas y otras penas accesorias.

P. Independientemente del caso Bárcenas, o no tan independiente, ¿las legislaciones debieran dejar más atados ciertos aspectos para evitar conductas delictivas?

R.Pienso que las noticias que están surgiendo relacionadas con ese caso están cayendo en suelo abonado. La situación económica está generando muchos dramas sociales. Hay familias que viven situaciones terribles. A otras se les han impuesto importantes sacrificios. En este contexto las noticias relacionadas la conducta de los políticos, también con la financiación de los partidos causan preocupación y el rechazo de buen parte de la población. Por lo que a estos aspectos se refiere probablemente sí sea necesario reformar el sistema de financiación de los partidos políticos, incluso tocar algún otro aspecto puntual del ordenamiento.
Cuestión diferente es cuando hablamos concretamente del individuo, del caso concreto, del señor que tiene nombre y apellidos, o al menos un apellido sobradamente conocido. Aquí yo confió en la acción de la justicia, tardará un tiempo desde luego, pero habrá un juicio justo, con un tribunal imparcial. Yo confió en la Justicia.

P. En los momentos actuales y frente a hechos tan desconcertantes en la vida pública española, ¿qué cree que falla en nuestro sistema? 
 
R. Como muchos pienso que lo nuestro es una crisis que no solo afecta al mundo económico y financiero. Estamos ahora en recesión económica pero llevábamos años en una recesión de valores, de estancamiento cultural y senectud del sistema político. Soy optimista y creo que el Estado democrático recuperará su primacía frente al mundo financiero y asistiremos a una regeneración de la clase política y las instituciones. Para eso tenemos a unos jóvenes mejor preparados que nunca: nuestros hijos.
www.ruasmagazine.es

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Múltiple asesinato de Holcomb

Galicia, aferrada al conservadurismo

“CORREN NUEVOS TIEMPOS Y NO TIENEN POR QUÉ SER MALOS”